...una vez, en un lugar, situado cerca de mucho y alejado de todo, los gobernantes cedieron el poder al Poema, dejaron gobernar al Verso...































miércoles, 28 de noviembre de 2012

CICATRICES





 

Cicatrices cubren cada rincón de mis infinitas y guerreras ánimas
siendo fieles cómplices de recuerdos de batallas pasadas
que se difuminan con el nacimiento de cada nueva aurora
que se rebelan ante poemas con delicada rima mas pobres en emoción
y no aceptan cualquier querer que no aspire a abandonar el furgón de cola
que no decida rearmarse en los mercados más lejanos y peligrosos
que no quiera enfrentarse a vendavales de versos y abrazos forzados
y prefiera enarbolar depresiva y perdedora bandera blanca
en lugar de atacar sin piedad defendiendo cualquier blasón pirata
asaltando fortalezas amatoriamente apátridas y resentidas
por no saber besar, acariciar, hacer estremecer, amar y reamar,
por no sentirse amante bandolero y a veces suicida.

Cicatrices cubren cada rincón de mis infinitas y guerreras ánimas
siendo fieles cómplices de batallas perdidas y quien sabe, si algún día, ganadas.

El Fisioterapoeta

Barcelona, 26 Octubre 2010


martes, 20 de noviembre de 2012

UN VIEJO PROVERBIO CHINO










Un viejo proverbio chino compara el circular de las personas por la vida con el de los automóviles por una autopista.
            Nos dice que a veces los coches pueden circular prácticamente solos, cosa que por una parte puede ser buena, ya que si nadie te estorba ni molesta logras ahorrarte más de un susto: maniobras peligrosas, frenadas bruscas y, como consecuencia, algún inesperado accidente. Pero por otro lado, circular sin compañía de otros vehículos también puede ser malo, puesto que nos podemos confiar en exceso, relajarnos, incluso llegar a dormirnos, y así convertirnos nosotros mismos en el peor de los peligros a la hora de provocar un accidente.
            Asimismo, este viejo proverbio chino nos dice que en ocasiones nos podemos encontrar circulando en hora punta, lo que puede llegar a ser muy estresante si nos limitamos a ver esta circunstancia como una pérdida de tiempo debido a la baja velocidad, habiendo de pagar además, precios exagerados por una serie de servicios y ventajas que no disfrutamos. El viejo proverbio razona que si somos capaces de hacer un esfuerzo intentando ver el lado positivo de la situación podríamos llegar a pensar que es posible hacer una amistad con el coche que está detenido a nuestro lado en la caravana. ¿Por qué no? De disfrutar de aquel paisaje por el que hemos pasado miles de veces sin fijarnos a causa de la velocidad que llevábamos. ¿Por qué no? Aprovechar para dialogar con las personas que nos acompañen en nuestro vehículo durante aquel viaje. ¿Por qué no? Escuchar tranquilamente una buena música sin necesidad de estar pendientes de adelantar a aquel desgraciado o de que no nos adelante aquel imbécil, mientras ellos piensan exactamente lo mismo de nosotros.
            Del mismo modo, este viejo proverbio chino nos explica que en las autopistas encontraremos entradas por las que se incorporan los automóviles que nos acompañarán durante nuestro trayecto, como en la vida hacen las personas, unos más tiempo que otros y unos a más velocidad que otros, pero todos compañeros de viaje. Los habrá también con los que no llegaremos a coincidir nunca, y eso que pueden encontrarse a escasos metros de distancia. Unas veces será una suerte y otras una pena.
            El proverbio sigue diciendo que también descubriremos diferentes áreas de servicio por el camino en las que podremos descansar, coincidir con los compañeros de viaje con los que hemos hecho amistad, y donde también podremos cargar de nuevo el depósito de carburante para proseguir el largo viaje.
            Al igual que las entradas, según el viejo proverbio chino, irán apareciendo en nuestra ruta una serie de salidas, tanto en la autopista como en la vida, por las que estos compañeros de viaje nos irán dejando para seguir por otras autopistas, carreteras o caminos locales, e incluso, si han llegado a su destino, se pararán y no seguirán más caminos. Habrá casos en los que, según la relación que podamos haber tenido durante el trayecto en común, sabremos lo que harán una vez tomen la correspondiente salida, y en otros ni nos fijaremos en que se van o no nos interesará saberlo.
            En definitiva, en la vida, como en las autopistas, habremos coincidido con personas. Con unas por pocos kilómetros y con otras en larguísimas distancias. La cuestión será que podamos guardar de estos momentos, sean pocos o muchos, un buen recuerdo, y sobre todo poder extraer el lado positivo tanto cuando lleguen las interminables caravanas como cuando circulemos solos. Lo ideal, según el viejo proverbio chino, es encontrar el punto medio, el cual sería circular sintiéndose acompañado pero sin llegar a ser molestados por los demás ni molestarles nosotros a ellos en su trayecto, procurando encontrar, en la medida de lo posible, peajes no excesivamente caros.
            Es importante, insiste el proverbio, dejar buenas relaciones por el camino, ya que cuando menos lo esperemos podemos encontrarnos de nuevo con algún antiguo compañero de viaje en algún cruce o semáforo, e incluso, con la cantidad de entradas y salidas que tienen hoy en día las autopistas, en otra caravana.
            Para concluir, el viejo proverbio chino nos anima a llenar lo máximo que podamos el depósito de carburante, a ser posible del de mejor calidad, para poder estar prevenidos ante las posibles adversidades que, antes o después, cuando menos lo imaginemos, se presenten en nuestra ruta.
            Una vez ya explicado, no sería del todo sincero si no dijese que un viejo sabio japonés dijo que no creyésemos en viejos proverbios chinos que nos hablasen de autopistas, ya que en la vieja China no existían este tipo de vías de transporte; pero que si con el devenir de los siglos aparecía un modesto trovador barcelonés hablando de viejos proverbios chinos que hablaban de autopistas, se le hiciese caso, ya que lo haría para contar una historia mucho más seria.
"LA FUERZA DE UN LATIDO" RBA ED., pág 283 (2007)
EL FISIOTERAPOETA

martes, 13 de noviembre de 2012

BEAT GENERATION



                
             
                 BEAT GENERATION




 ¿Y si mi destino fuese empaparme de textos beats?
deliro por devorarlos uno tras otro,
descubrir almas gemelas
de otros tiempos, ¿mejores?, ¿más románticos?.
 Busco a Bukowski en cada adoquín de Urbecelona,
persigo a Kerouac por si tiene sitio 
en el asiento trasero de cualquiera de sus autos 
mientras deseo que conduzca Cassady
para que, con la capota bajada, mi melena 
surque al viento carreteras kilométricas,
anhelo que Ginsberg valore y aúlle mi poesía,
y vigilo que Burroughs no me pinche 
si le pregunto por el secreto de su, ilógica, longevidad,
pero sobre todo procuro no perder ni un solo detalle 
de cada unos de estos doctorados de vida.
 Pero mi país no tiene infinitas ni legendarias rutas 
por las que cruzarlo,
mi país no tiene ganas de revolución 
botella y poema en mano,
mi país cada vez conoce más culos 
envueltos en trajes de diseño
que empiezan estudiando, continúan pensando 
y acaban robando
por conseguir y mantener asientos influyentes
de prestigiosas empresas 
desgastados partidos políticos,
mi país se oculta tras unas gigantescas gafas oscuras
porque no le da la gana de mirar a la cara 
de los colores del cielo.
 Mi padre se tambaleaba por el pasillo 
intentando mantener un paso
que un travieso pero muy jodido tumor 
se empeñó en torpedear,
mis drogas son mis letras 
y mis equilibrios en la cuerda floja del día a día,
ansío vomitar en un rincón todo lo indigerible 
y en un papel textos espontáneos,
medio siglo, casi, me contempla,  
y aunque cada vez tolero menos las ataduras 
y las reglas de tres en las emociones,
¡sigo queriendo amar!,
pocos, muy pocos, 
seguimos con nuestra primera dama de altar o juzgado,
mis antiguos amigos 
vuelven a tener un papel de honor en mi teatro vital
y los nuevos, se ganan jornada a jornada 
un merecido protagonismo en mis días,
no concibo escribir sin música 
ni vivir con pasión sin una dama,
ni una dama que se proponga domesticar 
al hombre del que se enamoró
y al que deseó, mañana, tarde y noche, 
follarse una y otra vez,
anhelo encontrar la reina, tan segura de sí misma, 
que no necesite recortarme,
sé que eres tú, morena diosa del nuevo día, 
escucha bien mis palabras,
da un paso al frente, desnúdame 
y hazme reinar en tu alcoba.
 Mientras esto sucede 
permitidme que siga persiguiendo a Jack y a Neal 
que busque la opinión de Allen 
y que vigile que William no me pinche,
que me rodee de quienes puedan pensar como yo 
y que deje pasar de largo fantasmas naftalínicos 
que transportan mediocridad etiquetada 
y encorsetada en Armani,
quiero disfrutar de unos pechos
que ansíen ser amados y que se entreguen
sin más limite que el orgasmo siguiente, 
una vez tras otra,
porque la vida pasa y no se detiene a esperar, 
si la sigues bien y si no, 
te quedas en el andén creyendo que eres feliz 
pero con cara de tonto,
Guinsberg dijo haber visto 
a las mejores mentes de su generación 
destruidas por la locura, 
no sé yo si veré así a las de la mía,
ni si acabaré encontrando a Charles o a Chinaski 
por los adoquines de Urbecelona,
pero, 
¿y si mi destino fuese empaparme de textos beats?.


 EL FISIOTERAPOETA

BCN, 9 Febrero 2011